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FUMPAMNUSSES!

¿Qué es Fumpamnusses!?... Fumpamnusses! es todo y es la primera vez. Siempre hay una primera vez. Escribo pues, por primera vez, en algo que tiene que ver con el exabrupto digestivo de un sapo ("Blog") sin saber siquiera lo qué es (me refiero al Blog, aunque en el fondo tampoco sé muy bien lo que es un sapo.) Mi declaración de intenciones espero que sí quede clara: me limitaré a realizar las veces que crea oportuno un ejercicio brusco, continuado y compulsivo de literatura automática, de exorcismo necesario y suficiente de los restos de energía negativa o positiva, qué sé yo, o de encauzamiento de ideas, frases o palabras que mi mente quiera en ese preciso momento que queden reflejadas en este nuevo e inefable invento. Invito, pues, a este ejercicio a todos los interesados en el arte de la improvisación mecánica, maquinal, indecorosa y pueril. No esperen grandes ideas, no espero grandes ideas, sólo el placer de ver concatenadas ciertas imágenes que surgen improvisadamente y en plena libertad, quizás en extrema libertad, esperanzado en que no me suceda algo tan lamentable como aquello que le ocurrió a aquel pequeño electrodoméstico que, de tan libre y tan enamorado como estaba de Sir Douglas H. Silverstone, declaró la independencia de todas las anguilas del mundo y de ciertos huevos de Pascua de los alrededores de Castel Gandolfo.



7.5.09

9. Es absolutamente verdad


          Las alacenas no son sitio vulnerable a la pereza de los loros, cacatúas, guacamayos y demás fauna carnavalesca. En pasajes escogidos por los dantistas menos cultos sólo se mencionan estos conceptos muy de tarde en tarde. Sí son mencionados los diferentes procesos industriales a que son sometidas las avellanas para ser utilizadas como esquirlas espirituales en los franciscanos jóvenes, como en el bello doncel de nombre Jerjes Nava Bru, ya coadjutor de acólitos lacayos, ya prefecto menor de canonjías mayores en la abadía de Pont de Vieux, Middlesex.
          Las aguas minerales que solían comercializarse en la zona del Bajo Metsz no eran de marcas conocidas. Las marcas más usuales eran: "Guacamaya Bru", "El Lorito Jerjes" y "El Agua del Pont Metsz", todas ellas muy ricas en sales cúpricas y argénticas. Beber agua es como respirar mazorcas en Hungría. Esto no es del todo tal y como lo digo, esto es una metáfora, difícil, pero metáfora al fin y al cabo, quizá sea una metáfora más allá de la metáfora: una meta-metáfora, para ser más precisos. Y ahora que ya saben todos ustedes algo más que ayer, dense un abrazo efusivo y azul y un beso esperanzado y claro como la alberca del tío Luis, recién encalada y adornada de geranios y madreselvas en las esquinas. Es hora de contar los accidentes. Es hora de escoger las lentejas para la olla de mañana.

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