Sería conveniente invertir en bonos troceados de cererías toledanas o en cédulas hipotecarias de bancos suaves y rumorosos. Así preveríamos el futuro remoto, aquél que nos costará lo que le costó a Mr. Lauren diseñar sus laureados polos de sport para el caballero actual, deportista y hacendado, hedonista y directivo ambicioso, pero sobre todo locuaz contertulio y amante esposo.
La lengua del Languedoc es de muy difícil comprensión para los cocineros, porque parte de sonidos muy alejados de los fogones. Los cocineros, la inmensa mayoría, saben o chapurrean el bable, porque el bable parte de sonidos muy cercanos a los fogones, a veces el bable parte del mismo interior de los fogones. La cocina asturiana es como la electrobotánica, o como el toreo de melón, o como un caballero joven con un polo gris mancebo sonriendo a una joven damita que huele pizpireta un ramito de violetas. Otras veces la cocina asturiana es otra cosa, pero yo no.
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