+

FUMPAMNUSSES!

¿Qué es Fumpamnusses!?... Fumpamnusses! es todo y es la primera vez. Siempre hay una primera vez. Escribo pues, por primera vez, en algo que tiene que ver con el exabrupto digestivo de un sapo ("Blog") sin saber siquiera lo qué es (me refiero al Blog, aunque en el fondo tampoco sé muy bien lo que es un sapo.) Mi declaración de intenciones espero que sí quede clara: me limitaré a realizar las veces que crea oportuno un ejercicio brusco, continuado y compulsivo de literatura automática, de exorcismo necesario y suficiente de los restos de energía negativa o positiva, qué sé yo, o de encauzamiento de ideas, frases o palabras que mi mente quiera en ese preciso momento que queden reflejadas en este nuevo e inefable invento. Invito, pues, a este ejercicio a todos los interesados en el arte de la improvisación mecánica, maquinal, indecorosa y pueril. No esperen grandes ideas, no espero grandes ideas, sólo el placer de ver concatenadas ciertas imágenes que surgen improvisadamente y en plena libertad, quizás en extrema libertad, esperanzado en que no me suceda algo tan lamentable como aquello que le ocurrió a aquel pequeño electrodoméstico que, de tan libre y tan enamorado como estaba de Sir Douglas H. Silverstone, declaró la independencia de todas las anguilas del mundo y de ciertos huevos de Pascua de los alrededores de Castel Gandolfo.



10.5.09

14. Animal Collective


          Sería conveniente invertir en bonos troceados de cererías toledanas o en cédulas hipotecarias de bancos suaves y rumorosos. Así preveríamos el futuro remoto, aquél que nos costará lo que le costó a Mr. Lauren diseñar sus laureados polos de sport para el caballero actual, deportista y hacendado, hedonista y directivo ambicioso, pero sobre todo locuaz contertulio y amante esposo.
          La lengua del Languedoc es de muy difícil comprensión para los cocineros, porque parte de sonidos muy alejados de los fogones. Los cocineros, la inmensa mayoría, saben o chapurrean el bable, porque el bable parte de sonidos muy cercanos a los fogones, a veces el bable parte del mismo interior de los fogones. La cocina asturiana es como la electrobotánica, o como el toreo de melón, o como un caballero joven con un polo gris mancebo sonriendo a una joven damita que huele pizpireta un ramito de violetas. Otras veces la cocina asturiana es otra cosa, pero yo no.

No hay comentarios:

Publicar un comentario