Los párpados de Flora Puk velan intermitentes sus pupilas. A su través casi se intuye el jaspeado azul cobalto de su iris. Las lágrimas de Flora Puk nacen alumbradas de sus ojos como recién nacidos de cristal. Es emocionante observar su llanto con ternura. ¿Por qué llora Flora Puk? Porque necesita hacerlo, porque el redil de sus penas ha reventado las costuras de su alma, y porque sabe que estoy aquí.
Los gatos de Flora Puk se escapan por los tejados. Necesitan escapar, huir de todas las melancolías. Los gatos de Flora Puk tienen la piel atigrada y parecen miniaturas de animales más feroces. Es adormecedor verlos recogerse en el regazo de Flora Puk. ¿Qué les hace escapar? Se van no sólo huyendo de la tristeza, también huyen un poco de la felicidad a la que dan escaso valor, muy poca importancia.
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