Hoy hace un día gris tisis. Una lluvia absurda gotea algo desesperada entre las viejas antenas de televisión. Hoy hace un día gris panza de burra. La lluvia llueve llaves sin saber por qué. Hoy hace un día gris galerna. Llueve como llovería un sólido bloque de pedernal. Hoy hace un día gris tótem. La lluvia llora yemas de flores, quizá lotos o nenúfares (?). Hoy hace un día gris negocio. La lluvia toca en su caída instrumentos nuevos, confusos y claramente abyectos. Hoy hace un día gris comisaría. Llueve sí, llueve con la indiferencia natural con que me miran las mujeres de Milán. Hoy hace un día gris suburbano. Las gotas de lluvia se repelen entre ellas con furia medida. Hoy hace un día gris bálsamo. Continúa lloviendo con una lluvia envidiosa de otros días más lluviosos y mejores. Hoy hace un día gris muchedumbre. La lluvia me ha calado hasta el fondo de mi simpatía por los gitanos. Hoy hace un día gris galés. La lluvia ha cesado. Yo sigo gris y húmedo, y tengo mucho miedo.
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FUMPAMNUSSES!
¿Qué es Fumpamnusses!?... Fumpamnusses! es todo y es la primera vez. Siempre hay una primera vez. Escribo pues, por primera vez, en algo que tiene que ver con el exabrupto digestivo de un sapo ("Blog") sin saber siquiera lo qué es (me refiero al Blog, aunque en el fondo tampoco sé muy bien lo que es un sapo.) Mi declaración de intenciones espero que sí quede clara: me limitaré a realizar las veces que crea oportuno un ejercicio brusco, continuado y compulsivo de literatura automática, de exorcismo necesario y suficiente de los restos de energía negativa o positiva, qué sé yo, o de encauzamiento de ideas, frases o palabras que mi mente quiera en ese preciso momento que queden reflejadas en este nuevo e inefable invento. Invito, pues, a este ejercicio a todos los interesados en el arte de la improvisación mecánica, maquinal, indecorosa y pueril. No esperen grandes ideas, no espero grandes ideas, sólo el placer de ver concatenadas ciertas imágenes que surgen improvisadamente y en plena libertad, quizás en extrema libertad, esperanzado en que no me suceda algo tan lamentable como aquello que le ocurrió a aquel pequeño electrodoméstico que, de tan libre y tan enamorado como estaba de Sir Douglas H. Silverstone, declaró la independencia de todas las anguilas del mundo y de ciertos huevos de Pascua de los alrededores de Castel Gandolfo.
¿Qué es Fumpamnusses!?... Fumpamnusses! es todo y es la primera vez. Siempre hay una primera vez. Escribo pues, por primera vez, en algo que tiene que ver con el exabrupto digestivo de un sapo ("Blog") sin saber siquiera lo qué es (me refiero al Blog, aunque en el fondo tampoco sé muy bien lo que es un sapo.) Mi declaración de intenciones espero que sí quede clara: me limitaré a realizar las veces que crea oportuno un ejercicio brusco, continuado y compulsivo de literatura automática, de exorcismo necesario y suficiente de los restos de energía negativa o positiva, qué sé yo, o de encauzamiento de ideas, frases o palabras que mi mente quiera en ese preciso momento que queden reflejadas en este nuevo e inefable invento. Invito, pues, a este ejercicio a todos los interesados en el arte de la improvisación mecánica, maquinal, indecorosa y pueril. No esperen grandes ideas, no espero grandes ideas, sólo el placer de ver concatenadas ciertas imágenes que surgen improvisadamente y en plena libertad, quizás en extrema libertad, esperanzado en que no me suceda algo tan lamentable como aquello que le ocurrió a aquel pequeño electrodoméstico que, de tan libre y tan enamorado como estaba de Sir Douglas H. Silverstone, declaró la independencia de todas las anguilas del mundo y de ciertos huevos de Pascua de los alrededores de Castel Gandolfo.
5.6.09
36. Insight
Hoy hace un día gris tisis. Una lluvia absurda gotea algo desesperada entre las viejas antenas de televisión. Hoy hace un día gris panza de burra. La lluvia llueve llaves sin saber por qué. Hoy hace un día gris galerna. Llueve como llovería un sólido bloque de pedernal. Hoy hace un día gris tótem. La lluvia llora yemas de flores, quizá lotos o nenúfares (?). Hoy hace un día gris negocio. La lluvia toca en su caída instrumentos nuevos, confusos y claramente abyectos. Hoy hace un día gris comisaría. Llueve sí, llueve con la indiferencia natural con que me miran las mujeres de Milán. Hoy hace un día gris suburbano. Las gotas de lluvia se repelen entre ellas con furia medida. Hoy hace un día gris bálsamo. Continúa lloviendo con una lluvia envidiosa de otros días más lluviosos y mejores. Hoy hace un día gris muchedumbre. La lluvia me ha calado hasta el fondo de mi simpatía por los gitanos. Hoy hace un día gris galés. La lluvia ha cesado. Yo sigo gris y húmedo, y tengo mucho miedo.
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