Norman, que es nombre de asesino en serie, fue un asesino en serie, de apellido Mitman, nacido en el estado de Delaware que, una vez capturado, fue condenado a la silla eléctrica por haber dado muerte a ciento treinta y seis personas de color. Norman era también de color, algo que creyó le haría parecer como no sospechoso, pues jamás un negro había matado de manera sistemática y seriada a personal de su misma raza, y menos aún en número tan abultado. Mató a un negro cada 71 horas. Si hacen la cuenta, sabrán que Norman estuvo matando ininterrumpidamente 402 días sin que lo trincara la bofia. Al que hizo 403, mientras se tomaba una chikenburguer en el bar de Molloy, en la confluencia de la interestatal 4 con la circunvalación norte de la autopista 40, a la altura de Beerstown, junto al motel Blenda's, en espera de que acabara el turno de cocina Julius Pits, el cocinero negro, para matarlo con un martillo Truckmann A-808, y estando a su lado Ted Postman de paisano, a la sazón sheriff del condado de Brunswick, y también a la sazón Miembro Honorario de la facción Hard Blood del Ku-Klux-Klan, conferencia este, y al observar Ted que Julius salía por la puerta y que Norman también salía inmediatamente tras él, para lo cual levantó su pesado martillo que llevaba envuelto en un estuche de stick de hockey sobre hierba, y golpear accidentalmente el testículo derecho del sheriff, que intentaba alcanzar en ese momento el bote de salsa de arándanos Killman®, la tragedia inherente a la muerte programada de la víctima 137 viró radicalmente a otra tragedia parecida, pero con protagonistas y víctima diferente. La mano derecha de Ted agarró la capucha del anorak de Norman, que giró violentamente golpeando con la funda del stick la base del silloncito giratorio donde había desayunado en espera del cambio de turno de Julius. Antes de que el sheriff abriera la boca y pidiera explicaciones al que le había golpeado sus genitales, la funda de Norman se abrió y cayó al suelo el martillo Truckmann A-808, aún manchado de la sangre quizás de la o las anteriores víctimas. Hubo un momento de parálisis témporo-espacial en el que todas las miradas quedaron focalizadas en la herramienta. Cuando Norman alzó la mirada ya tenía a 1,5 cms. de su boca el cañón de la Sig-Sauer P-226 de Ted. Lo demás ya es historia.
Las conclusiones de este cuento moral son las siguientes:
1. Norman es nombre de asesino en serie, como ya quedó expresado al principio.
2. Delaware es uno de los estados de Estados Unidos.
3. En el bar de Molloy sirven chikenburguers.
4. Julius es nombre de negro.
5. Ted es nombre de sheriff.
Quiero agradecer a la Real Academia de Estudios Jurídicos de Washington D.F., a la Fundación Charles Manson para la Rehabilitación de Asesinos en Serie, a la Logia Republicana de Vermont Locus-2, a La Biblioteca Shultze-Rotschild, a la Congregación Protoanabaptista de la Cienciología de Hollywood, a la Secretaría de Estado para Asuntos Diversos por su colaboración, asesoramiento e impulso intelectual, sin cuya participación y sabios consejos no hubiera sido posible el desarrollo y culminación de este artículo.
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