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FUMPAMNUSSES!

¿Qué es Fumpamnusses!?... Fumpamnusses! es todo y es la primera vez. Siempre hay una primera vez. Escribo pues, por primera vez, en algo que tiene que ver con el exabrupto digestivo de un sapo ("Blog") sin saber siquiera lo qué es (me refiero al Blog, aunque en el fondo tampoco sé muy bien lo que es un sapo.) Mi declaración de intenciones espero que sí quede clara: me limitaré a realizar las veces que crea oportuno un ejercicio brusco, continuado y compulsivo de literatura automática, de exorcismo necesario y suficiente de los restos de energía negativa o positiva, qué sé yo, o de encauzamiento de ideas, frases o palabras que mi mente quiera en ese preciso momento que queden reflejadas en este nuevo e inefable invento. Invito, pues, a este ejercicio a todos los interesados en el arte de la improvisación mecánica, maquinal, indecorosa y pueril. No esperen grandes ideas, no espero grandes ideas, sólo el placer de ver concatenadas ciertas imágenes que surgen improvisadamente y en plena libertad, quizás en extrema libertad, esperanzado en que no me suceda algo tan lamentable como aquello que le ocurrió a aquel pequeño electrodoméstico que, de tan libre y tan enamorado como estaba de Sir Douglas H. Silverstone, declaró la independencia de todas las anguilas del mundo y de ciertos huevos de Pascua de los alrededores de Castel Gandolfo.



28.6.10

155. Hasta aquí hemos llegado, María Pilar


          A todo el mundo hoy le ha dado por hablar del liberalismo económico (ya saben: Malthus, Adam Smith, Stuart Mills...). Quizá se deba a que los almendros han florecido o a que los leguleyos castellanos abandonan sus despachos y covachuelas para unir sus destinos a los de La Mesta. Todos hablan hoy de si intervencionismo sí o intervencionismo no, si hay que poner velas al proteccionismo o sumirlo en el albañal del olvido. Yo creo que todo esto se debe al cambio cismático o al calentamiento tribal en el que nos sumen la clase política y sus denostadas biografías. En economía domino varias materias. Soy autor de numerosas recensiones en las mejores revistas profesionales. Tengo columna propia diaria en The Economist y en el Episcopalian Commercial Journal, y he escrito numerosos libros de cuentos infantiles para los hijos de profesores de economía comparada de las principales universidades norteamericanas y canadienses. Soy comisionado de la U.N.E.S.C.O. para las actividades de proselitismo financiero en el Cono Sur, y me ha sido concedida la Medalla del Congreso Norteamericano con distintivo azul por mis servicios desinteresados en la consecución de la supresión de anomalías en los nuevos recortes presupuestarios para las escuelas de niños deficientes afroamericanos de Chicago. Mi nombre es David Ricardo y nací en el condado de Forgainsex, cerca de Bristol.