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FUMPAMNUSSES!

¿Qué es Fumpamnusses!?... Fumpamnusses! es todo y es la primera vez. Siempre hay una primera vez. Escribo pues, por primera vez, en algo que tiene que ver con el exabrupto digestivo de un sapo ("Blog") sin saber siquiera lo qué es (me refiero al Blog, aunque en el fondo tampoco sé muy bien lo que es un sapo.) Mi declaración de intenciones espero que sí quede clara: me limitaré a realizar las veces que crea oportuno un ejercicio brusco, continuado y compulsivo de literatura automática, de exorcismo necesario y suficiente de los restos de energía negativa o positiva, qué sé yo, o de encauzamiento de ideas, frases o palabras que mi mente quiera en ese preciso momento que queden reflejadas en este nuevo e inefable invento. Invito, pues, a este ejercicio a todos los interesados en el arte de la improvisación mecánica, maquinal, indecorosa y pueril. No esperen grandes ideas, no espero grandes ideas, sólo el placer de ver concatenadas ciertas imágenes que surgen improvisadamente y en plena libertad, quizás en extrema libertad, esperanzado en que no me suceda algo tan lamentable como aquello que le ocurrió a aquel pequeño electrodoméstico que, de tan libre y tan enamorado como estaba de Sir Douglas H. Silverstone, declaró la independencia de todas las anguilas del mundo y de ciertos huevos de Pascua de los alrededores de Castel Gandolfo.



24.3.10

123. Al son de la guzla


          Las cárceles se dividen en tres tipos (hay un cuarto tipo, pero tan sólo quedaba un ejemplo, la Cárcel para Mujeres Famosas de Robledo de Chavela, que fue hace poco derruida por presentar aluminosis cuatro de las seis vigas maestras de la capilla). Decíamos que existen canónicamente tres tipos diferentes de cárceles (en ciertos codicilos adjuntos a la obra de Bruno Scaracello, De carcellarum, se hablaba, quizá de manera hiperbólica, de un incierto modelo de presidio que no se supo, ni aún hoy se sabe a ciencia cierta, ni de su existencia ni de su utilidad ni de su localización exacta; parece ser que en dicho presidio el visiglio de la coráspide que reambula la girolona no llegaba hasta el bucle miniado, sino que seguía y seguía hasta el extenuatorio, que se hallaba notablemente más bajo que en las cárceles posteriores, pero como ya he expuesto, esto es algo sumamente hipotético, dada la ausencia de estudios de campo competentes). Por tanto, como íbamos refiriendo, los tres tipos de cárceles (que llamaremos A, B y C, siendo la A la que se generalizó en un principio, la B la que se impuso después, y la C la que toma su vigencia en la actualidad, pudiendo haber ejemplos de los tres tipos al mismo tiempo y en el mismo lugar, es decir, por ejemplo, en Oporto (Portugal) pudiera haber, no digo yo que las haya, una cárcel de tipo A, dos del tipo B y ciento catorce del tipo C), por tanto, los tres tipos de cárceles, decíamos, son los siguientes: