En las cumbres de los Apeninos, no en todas, es frecuente encontrar grabados antiguos o bocetos a la sanguina. Todos ellos representan la misma imagen: el conde Ugolino royendo la cabeza del arzobispo Ruggieri. Esta escena, aunque aparece narrada en Dante, podía aparecer también en la imaginería de Ulpiano Ulpiani, ebanista y pintor ciego nacido en Upsala en 1389, pero criado en Rávena. Ulpiano, más conocido por ser el hermanastro de Gunilla Haas, fue el inventor de un procedimiento para tornasolar el óxido ferroso de un rojizo llano y plano, en un azul de Prusia más balanceado y dúctil, con lo que la escuela flamenca supera, en cuanto a versatilidad de los colores puros, a las escuelas florentina y veneciana. Su hermanastra Gunilla fue la causante de su ceguera, al verter en sus cuencas un fluido alquímico compuesto de savia nueva de hojas de baobab, humor vítreo de ojo de buey y líquido amniótico de mujer moruna. Pensaba que la poción mejoraría los orzuelos recidivantes de Ulpiano, que en verdad mejoraron, pero le dejaron amaurótico de por vida. Sus obras posteriores dejaron de tener la maestría en la perspectiva que las caracterizaba, y los paisajes no dejaban de ser superposiciones distorsionadas de formas inconexas y coloraciones aberrantes. No es extraño que Ulpiano fuera con el tiempo considerado el impulsor de la escuela informalista del arte abstracto norteamericano y base fundacional del transvanguardismo europeo.
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FUMPAMNUSSES!
¿Qué es Fumpamnusses!?... Fumpamnusses! es todo y es la primera vez. Siempre hay una primera vez. Escribo pues, por primera vez, en algo que tiene que ver con el exabrupto digestivo de un sapo ("Blog") sin saber siquiera lo qué es (me refiero al Blog, aunque en el fondo tampoco sé muy bien lo que es un sapo.) Mi declaración de intenciones espero que sí quede clara: me limitaré a realizar las veces que crea oportuno un ejercicio brusco, continuado y compulsivo de literatura automática, de exorcismo necesario y suficiente de los restos de energía negativa o positiva, qué sé yo, o de encauzamiento de ideas, frases o palabras que mi mente quiera en ese preciso momento que queden reflejadas en este nuevo e inefable invento. Invito, pues, a este ejercicio a todos los interesados en el arte de la improvisación mecánica, maquinal, indecorosa y pueril. No esperen grandes ideas, no espero grandes ideas, sólo el placer de ver concatenadas ciertas imágenes que surgen improvisadamente y en plena libertad, quizás en extrema libertad, esperanzado en que no me suceda algo tan lamentable como aquello que le ocurrió a aquel pequeño electrodoméstico que, de tan libre y tan enamorado como estaba de Sir Douglas H. Silverstone, declaró la independencia de todas las anguilas del mundo y de ciertos huevos de Pascua de los alrededores de Castel Gandolfo.
¿Qué es Fumpamnusses!?... Fumpamnusses! es todo y es la primera vez. Siempre hay una primera vez. Escribo pues, por primera vez, en algo que tiene que ver con el exabrupto digestivo de un sapo ("Blog") sin saber siquiera lo qué es (me refiero al Blog, aunque en el fondo tampoco sé muy bien lo que es un sapo.) Mi declaración de intenciones espero que sí quede clara: me limitaré a realizar las veces que crea oportuno un ejercicio brusco, continuado y compulsivo de literatura automática, de exorcismo necesario y suficiente de los restos de energía negativa o positiva, qué sé yo, o de encauzamiento de ideas, frases o palabras que mi mente quiera en ese preciso momento que queden reflejadas en este nuevo e inefable invento. Invito, pues, a este ejercicio a todos los interesados en el arte de la improvisación mecánica, maquinal, indecorosa y pueril. No esperen grandes ideas, no espero grandes ideas, sólo el placer de ver concatenadas ciertas imágenes que surgen improvisadamente y en plena libertad, quizás en extrema libertad, esperanzado en que no me suceda algo tan lamentable como aquello que le ocurrió a aquel pequeño electrodoméstico que, de tan libre y tan enamorado como estaba de Sir Douglas H. Silverstone, declaró la independencia de todas las anguilas del mundo y de ciertos huevos de Pascua de los alrededores de Castel Gandolfo.
18.2.10
116. Nuevos usos para las catedrales
En las cumbres de los Apeninos, no en todas, es frecuente encontrar grabados antiguos o bocetos a la sanguina. Todos ellos representan la misma imagen: el conde Ugolino royendo la cabeza del arzobispo Ruggieri. Esta escena, aunque aparece narrada en Dante, podía aparecer también en la imaginería de Ulpiano Ulpiani, ebanista y pintor ciego nacido en Upsala en 1389, pero criado en Rávena. Ulpiano, más conocido por ser el hermanastro de Gunilla Haas, fue el inventor de un procedimiento para tornasolar el óxido ferroso de un rojizo llano y plano, en un azul de Prusia más balanceado y dúctil, con lo que la escuela flamenca supera, en cuanto a versatilidad de los colores puros, a las escuelas florentina y veneciana. Su hermanastra Gunilla fue la causante de su ceguera, al verter en sus cuencas un fluido alquímico compuesto de savia nueva de hojas de baobab, humor vítreo de ojo de buey y líquido amniótico de mujer moruna. Pensaba que la poción mejoraría los orzuelos recidivantes de Ulpiano, que en verdad mejoraron, pero le dejaron amaurótico de por vida. Sus obras posteriores dejaron de tener la maestría en la perspectiva que las caracterizaba, y los paisajes no dejaban de ser superposiciones distorsionadas de formas inconexas y coloraciones aberrantes. No es extraño que Ulpiano fuera con el tiempo considerado el impulsor de la escuela informalista del arte abstracto norteamericano y base fundacional del transvanguardismo europeo.